Si hay alguien que dude de la necesidad de poner un cuento en su vida, que sepa que lo vamos a convencer para que cambie totalmente de opinión. Los cuentos son una herramienta imprescindible para despertar la magia en niños y no tan niños, porque nos llenan la cabeza de ideas y creatividad, y el corazón de sueños e ilusiones. Si tratan sobre Naturaleza, nos acercarán a conocerla mejor, de forma más divertida. Y no solamente es cuestión de leerlos, también podemos inventárnoslos, jugando a la improvisación, o bien interpretarlos.
Hoy nos lo vamos a tomar a cuento y os contamos ya mismo muchas posibilidades para sacar todo el partido a esos relatos que enriquecen nuestra imaginación.
Escribiendo a la vieja usanza |
Los cuentos ayudan a los más pequeños a sentirse reflejados en un personaje determinado mediante una catarsis positiva que les puede servir para asumir un rol concreto en la vida. Son muy útiles para que sean capaces de vencer sus miedos o preocupaciones, ¿Quién no se acuerda de Juan Sin Miedo?. O para que proyecten una imagen correcta de la realidad. Les dan habilidades sociales y son muy eficaces en la resolución de conflictos. También fomentan la comprensión lectora y contribuyen a hacer más fluida la expresión, tanto escrita como oral. Estimulan la imaginación y potencian el desarrollo madurativo de los chavales.
Cuando un padre o una madre le cuenta un cuento a su hijo/a se establece un vínculo extraordinario y participan de una comunicación recíproca. Es un momento muy bonito y único. Se pasan ratos divertidos y se desconecta de la televisión, la consola, el ordenador y el móvil.
Y si os parece poco... ¡con los cuentos se le da al coco!. Los hay de muchos tipos, tenéis un montón para escoger. Ahora os toca a vosotros, elegid el que más os guste y no dudéis en compartirlo. Nosotros ya estamos trabajando en nuestro taller de sueños, enfrascados escribiendo... pero esa es otra historia y ha de ser contada en otra ocasión...
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