Cómo hacer un cuaderno de campo

El cuaderno de campo es una herramienta esencial para cualquier naturalista, ya estemos hablando de un aficionado o un profesional. Nos permite registrar todos aquellos detalles que observamos cuando salimos a la naturaleza, y que podremos ampliar o investigar sobre ellos cuando lleguemos a casa. Al fin y al cabo, no podemos ir de excursión cargando con la guía de plantas, la guía de insectos, la guía de setas, la guía de aves...

Hacer un buen cuaderno de campo, como todo en esta vida, tiene sus propios trucos. A continuación os damos unos cuantos buenos consejos que convertirán vuestras libretas en auténticas obras de arte:

* Un cuaderno de campo debe ser ligero y manejable. Si es de tamaño más pequeño que los cuadernos normales, mejor. Y por supuesto ¡nunca debe ser de tipo archivador de anillas!

* Escribe siempre a lápiz. Puede parecerte que a boli queda mejor, pero si empieza a llover o por accidente se te cae en un charco o en un río, la tinta se diluirá y echará a perder todo. Con el lápiz nunca te pasará eso.

* No te preocupes si se te mancha, se arruga o se moja. Un cuaderno de campo no es para presentarlo en una exposición: es para tu uso personal.

* Antes de hacer los dibujos en cualquier excursión, escribe en tu cuaderno el lugar al que vas, la fecha (es importante saber la estación del año) y otros datos como la climatología y la hora (normalmente se usa la hora solar).

* Haz bocetos de todo lo que te llame la atención y quieras luego consultar en casa. Los dibujos son un medio genial para aprender. Si no sabes dibujar, practica y con el tiempo te saldrán mejor. Puedes echar fotos si quieres, pero dibujar tiene una ventaja muy importante: te obliga a fijarte en todos los detalles.

* Si no llevas pinturas encima, señala los colores de aquello que dibujas.

* Anota datos que puedan ser importantes, como el tamaño aproximado, dónde has visto la planta o el animal y, en este último caso, qué estaba haciendo cuando lo viste.

* Sé exacto y profesional: no te inventes cosas ni pongas nombres a cosas que no conoces. Si no sabes el nombre de alguna planta o parte de un animal, pon un par de interrogaciones para buscarlo luego con ayuda de libros.

* Y finalmente, aunque nos repitamos en el consejo, toma nota de todo. La memoria a veces nos traiciona, y no vale decir eso de que "seguro que me acuerdo cuando estemos en casa". A lo largo de la excursión, si tienes suerte, verás un montón de cosas, y puedes apostar a que alguna se te va a olvidar.