Hace ya unos días que probamos a dejar en nuestra terraza unas cuantas miguitas de pan de la comida que nos sobraba. Pensábamos que no iban a servir de mucho... pero, de repente una mañana descubrimos que unos cuantos gorriones se las habían comido. Desde entonces ponemos en los huequecitos algunos trozos de galletas o de más migas de pan y casi siempre a media tarde acuden a ver qué les hemos dejado.
La sorpresa llegó cuando comprobamos que no solamente se llevaban las migas de pan, sino que también habían dado buena cuenta de una planta que tenemos, cogiendo sus hojas, no sabemos muy bien con qué fin.
Ahora tenemos todo un espectáculo digno de ver en nuestra propia casa... y es que es una gozada ver a estos pequeñines pasarse... toda una delicia para los sentidos. Hemos hecho algunas fotos, esperamos que lleguen algunas más y mejores... ya os contaremos qué tal y os las enseñaremos ; )
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