Hablemos de libélulas
Las libélulas reciben muchos nombres diferentes según las regiones. En inglés, por ejemplo, se las llama "dragonfly" ("dragón volador"). El nombre en castellano (que deriva, por supuesto, del latín) tiene un origen curioso. "Libella" era en latín un diminutivo de "libra" (balanza), por lo que el nombre compara al insecto con una pequeña balanza de platillos, seguramente por su capacidad de equilibrarse e incluso detenerse en el aire.
En términos científicos, las libélulas y caballitos del diablo pertenecen al orden Odonatos ("dotados de dientes"), no porque tengan dientes como los nuestros, sino porque disponen de fuertes y muy capaces mandíbulas para capturar a sus presas: todos los odonatos conocidos son animales depredadores. Dentro de este orden, los caballitos del diablo serían zigópteros ("alas unidas") y las libélulas, anisópteros ("alas desiguales"), ya que los primeros, al posarse, suelen colocar sus alas juntas y en posición vertical, mientras que las segundas tienen el segundo par de alas algo más ancho en su base que el par delantero ¡Qué cosas!
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