Hemos empezado una pequeña aventura en casa. Para dar un poco de uso a un huequecito de la terraza, ya llevábamos una temporada pensando en montar un minihuerto, y con ese fin, nos habíamos hecho con algún que otro libro de jardinería básica. El otro día finalmente dimos el paso adelante, y para aquellos que queráis seguirnos en este proyecto, vamos a ir contándoos lo que hacemos y el resultado que nos da (que es la primera vez, a ver qué tal sale).
En una tienda de bricolaje y jardinería nos hicimos con un macetero alargado, tierra apropiada, un semillero con doce huecos y algunas semillas. Para empezar no vamos a ser ambiciosos, y nos hemos limitado a dos especies que, según hemos leído, no son complicadas ni precisan mucho sitio: fresas y tomateras cherri. Si la cosa marcha bien, ampliaremos con otras especies, posiblemente ajos y alguna aromática (romero, menta, etc.)
En casa, y siguiendo las directrices del libro que ahora es nuestra Biblia, llenamos de tierra los semilleros y plantamos las semillas. Una pizca con varias semillas por hueco, para que haya más oportunidades de que alguna salga. Luego regamos bien, para que la tierra esté bien húmeda (no nos olvidamos de poner un recipiente debajo, para el agua que escurra). Luego dejamos el semillero en un lugar cálido y bien soleado.
Cuatro días después, podéis ver el resultado en las fotos. Las tomateras ya asoman que da gusto. Las fresas parece que se hacen esperar (tuvimos cuidado de etiquetar qué planta había sembrada en cada semillero). En cuanto las tomateras se hagan un poquito más grandes, os diremos cómo trasplantarlas a una maceta mayor, y cómo se hace, si es necesario, un aclarado. ¡No os lo perdáis!
Nuestro primer semillero. Aquí pueden nacer de forma más protegida |
Primeros brotes de tomatera ¡Qué monos! |
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