El kelpie
Si un viajero comete la imprudencia de pasear a solas por la noche cerca de alguno de los numerosos loch de Escocia, es posible que vea un silencioso caballo cerca de las aguas. Si es así, haría bien en mantenerse a distancia y no intentar tocarlo o mucho menos subirse a él, porque lo más seguro es que se trate de un kelpie.
Los kelpies son criaturas del mundo feérico, espíritus del agua realmente peligrosos que atraen a los paseantes incautos. Al principio se muestran tranquilos y dóciles, como si animaran al curioso a subirse a su grupa. Pero si cometen esa imprudencia, las crines del kelpie se enrollarán en torno a sus manos y cuerpo y atraparán al infeliz, y la criatura se zambullirá en el agua arrastrando a su víctima con él, para ahogarla y después alimentarse de su carne.
Existen kelpies de agua salada y de agua dulce, siendo estos últimos los más letales. Según algunas versiones, el kelpie puede transformarse en otros seres para engañar a sus presas, incluyendo la apariencia de hombres solitarios o niños que den la impresión de haberse perdido por la noche. La pista es siempre observar si el caballo o la persona están mojados y con restos de vegetación acuática en su pelo; en ese caso, lo mejor es alejarse del loch y volver a un lugar seguro.
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