A veces es necesario que alguien nos recuerde el valor del tiempo. Pararnos a pensar si tan importante es dividir los días en horas y las horas en minutos y segundos... Este breve cuento de Julio Cortázar condensa magistralmente esta reflexión. Porque como otro gran sabio dijo una vez: "El tiempo es vida, y la vida reside en el corazón."
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