¿Te acabas de cambiar de móvil? ¿Cuánto tiempo piensas que puede durar tu nueva nevera? ¿El portátil que utilizas te da cada vez más problemas? Estas son solo algunas preguntas que nos surgen cuando nos compramos un nuevo aparato tecnológico o un electrodoméstico. Acordándonos de toda la ciberbasura que producimos en los países industrializados, podemos entender la ingente cantidad de residuos de este tipo que generamos cada año. Es algo brutal para el medio ambiente, desde el fabricarlos hasta el final de su vida útil cuando ya solo son desechos.
Algunas veces se puede prescindir de un nuevo teléfono móvil de última generación mientras que el que tenemos nos sirva. Otras veces estos dispositivos son creados con una vida limitada (obsolescencia programada) para que, pasado un tiempo, se vayan deteriorando hasta que finalmente terminen por estropearse del todo. Y no solo ocurre con los teléfonos, como podréis ver en el siguiente vídeo hay muchos otros aparatos que les sucede lo mismo.
Sabiendo que las nuevas neveras, ordenadores, televisores, impresoras, etc. que nos compremos terminarán rompiéndose antes de lo previsto, antes de sustituirlos por otros por lo menos agotemos del todo su duración.
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