Hoy nos vamos de viaje hasta las antípodas, nada menos que hasta Oceanía, para acordarnos de un entrañable animal que puebla esos lugares tan recónditos y tan bonitos.
Lo que vamos a hacer es un divertido koala que nos servirá para decorar nuestra habitación y también para jugar con él siempre que queramos. Hemos elegido a este simpático protagonista porque, además de ser muy fotogénico, es una especie que debemos cuidar especialmente.
Se termina en un santiamén
¡ ES MUY FÁCIL DE HACER !
Lo que necesitamos es:
* Un dibujo de un koala por partes: cabeza, tronco y cuatro patas.
* Una cartulina o un cartón para reciclar.
* Unos encuadernadores.
* Tijeras y pegamento.
Con nuestro koala bailarín no tendréis ninguna dificultad. Lo más "complicado" es recortar cada una de sus partes; si los peques no tienen muchos años, hay que tener cuidado con las tijeras. Solo es cortar y pegar y después acoplar los encuadernadores.
Esto es lo que hay que hacer:
* Primero: cogemos el modelo de dibujo que hemos elegido de nuestro koala y lo pegamos a una cartulina o a un cartón (esto nos sirve para darle consistencia y que no se arrugue).
* Segundo: recortamos las partes del dibujo por separado.
* Tercero: unimos cada una de las partes entre sí con un encuadernador. De esta forma haremos un koala como si fuese un muñeco móvil que puede girar para varios lados.
Y el resultado es:
¡¡ A BAILAR !!
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