Después del tiempo que dejamos pasar para continuar con la anterior entrada donde esbozamos aquello de "Participación vs. Implicación", seguimos con este tema.
La Participación es la intervención en un suceso o en una actividad. La Implicación es la involucración o el compromiso que se adquiere cuando se desarrolla esa actividad.
Si llevamos estas dos definiciones al contexto actual en el que estamos, queda claro que es mucho mejor que la gente se implique, porque participar no siempre conlleva el mismo resultado. Implicarse es ofrecer todo lo que podamos, esforzarnos al máximo, ser más creativos, moldear nuestra capacidad y hacer que dé los mejores frutos. La motivación activa, la innovación y estar suficientemente preparados para resistir posibles nuevos embates de esta situación, se convierten en una excepcional garantía de que podremos afrontar nuevos contratiempos con más facilidad si finalmente se prolonga aún más esta etapa persistente.
Si llevamos este planteamiento al terreno de la conservación de nuestro entorno y de la Naturaleza, implicarse significa lo primero de todo ser consecuentes y coherentes con nuestros actos. Por poco que pensemos que está en nuestras manos, podemos hacer mucho. Ya lo decía Eduardo Galeano: "Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo". Esto se traduce en que con gestos sencillos a los que muchas veces no les concedemos suficiente importancia, se puede lograr llegar muy lejos. Reducir, Reutilizar y Reciclar, coger más el transporte público, no derrochar recursos, hacer un uso sostenible de determinados espacios o no ensuciar cuando vamos al campo, son solamente algunas de las cosas que están perfectamente al alcance de todos.
Implicarse es además no mirar para otro lado y ser conscientes de que a todos los niveles: instituciones, ciudadanos y diferentes colectivos, debemos ser perseverantes con el cuidado de la Naturaleza. También a día de hoy cobra actualidad esta frase que sentenció un loco Quijote: "Cambiar el mundo, no es locura ni utopía, sino justicia". Y en ese "cambiar el mundo" que todos buscamos, la justicia se entiende en el sentido de que nos merecemos tener un planeta en óptimas condiciones, un estable vivir de confianza, donde el hombre se reubique, siga con los pies en la tierra y se sienta naturalmente cómplice de lo que le rodea. Para alcanzarlo, lo primero: IMPLICACIÓN.
Implicarse es además no mirar para otro lado y ser conscientes de que a todos los niveles: instituciones, ciudadanos y diferentes colectivos, debemos ser perseverantes con el cuidado de la Naturaleza. También a día de hoy cobra actualidad esta frase que sentenció un loco Quijote: "Cambiar el mundo, no es locura ni utopía, sino justicia". Y en ese "cambiar el mundo" que todos buscamos, la justicia se entiende en el sentido de que nos merecemos tener un planeta en óptimas condiciones, un estable vivir de confianza, donde el hombre se reubique, siga con los pies en la tierra y se sienta naturalmente cómplice de lo que le rodea. Para alcanzarlo, lo primero: IMPLICACIÓN.
Una gran sonrisa
para TODOS y ÁNIMO
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