Siendo todavía un niño, Pequeño Árbol se quedó huérfano y tuvo que irse a vivir con sus abuelos, dos indios cheroquis de las montañas de Tennessee. Así es cómo comienza esta entrañable historia sobre la educación de un niño en plena Naturaleza.
En este relato descubrimos junto a Pequeño Árbol los valores de una vida sencilla. De la mano del Abuelo y la Abuela conoceremos cómo las antiguas tradiciones y cuentos indios tienen también cabida en nuestra vida, y que siguen tan vigentes como cuando se contaban alrededor de una hoguera bajo las estrellas. Aprenderemos que no es necesario dejarnos llevar por lo material porque en la Naturaleza un niño puede encontrar tanto diversión como experiencias.
Para los que ya seáis padres veréis también un gran ejemplo de cómo comunicar valores sin ser demasiado indulgentes ni abusar tampoco de la disciplina.
En uno de los capítulos del libro, Pequeño Árbol se encapricha con un ternero que ha visto en el mercado del pueblo, y gasta sus ahorros en comprarlo. Pero todo era una estafa y el vendedor le dio al niño un ternero enfermo que murió poco después. Cuando esto sucede el Abuelo le dice lo siguiente:
"Sabes, Pequeño Árbol: la mejor forma de enseñarte es dejándote cometer errores. Si te hubiera impedido comprar el ternero, siempre habrías pensado que deberías haberlo tenido. si te hubiese dicho que lo compraras, me habrías culpado después de su muerte. Tienes que aprender por ti mismo. "
Es un libro ameno que os recomendamos a todos/as y para todas las edades y que tiene más de una lectura.
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