En plena época de campamentos de verano, hoy echamos la vista atrás para recordar algunos momentos que hemos vivido en nuestro papel como coordinadores de estas actividades. Aunque hay niños que al principio se muestran reticentes a querer ir al campamento, porque muchos son apuntados sin consultarlos, cuando llega la hora de la despedida y de marcharse, se ponen a llorar porque no quieren irse y les gustaría repetir.
Una constante es la necesidad de combinar recursos lúdicos con el aprendizaje más sutil. Así se diseñan talleres que cumplen este binomio.
Dani con un pequeño jabato en los brazos |
Además de sendas guiadas, talleres sobre huellas, en algunos casos cuidar de los animales (si es en un recinto como una granja escuela o similar) talleres sobre papel reciclado, recoger y comparar las hojas de distintos tipos de árboles, etc. son propuestas que siempre resultan bien acogidas por los chavales.
En una ocasión jugamos por la noche a una dinámica con el nombre de "la caza del oso". Consiste en que uno de los Educadores debe esconderse y los niños tienen que salir a buscarlo. Aunque a Dani le tocó ejercer el papel de oso un poco de improviso, se lo pasó genial ocultándose entre los arbustos, imitando rugidos de oso y pegándoles pequeños sustos a los/as niños/as.
También se les suele dar tiempo libre para que se entretengan en la piscina o bien hagan unas guerras de agua (bajo control, por supuesto). El tiro con arco es otra opción muy destacable o la tirolina para los más osados y atrevidos que no tengan vértigo.
Dani en una actividad de tiro con arco |
La concienciación ambiental juega un importante papel como trasfondo de la diversión y es uno de los objetivos a destacar. Además de hacer dinámicas movidas también ayuda contar historias, dar charlas o poner alguna proyección.
Se les enseña también a ser autosuficientes, desempeñando tareas como hacer su cama, poner la mesa o fregar los platos. Es una lucha continua que por las noches no se levanten y armen trastadas, por lo que los Educadores normalmente en estos campamentos duermen más bien poco.
Si sois padres y estáis pensando apuntar a vuestros hijos a un campamento, existen muchos y variados que quizás os interesen. Nosotros pensamos que es muy recomendable que los chavales vivan estas experiencias que les suelen marcar y servir para enriquecer su verano, conocer nuevos amigos y empaparse de Naturaleza.
Dani con sus chavales explicando un taller |
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