Querido Pascal: estoy bastante preocupado. La gente me mira raro porque me gustan las mates y los números. En el insti parece que soy el único al que le gusta que llegue la clase de Matemáticas. Mi pasión ha llegado hasta el punto de tatuarme el número pi en el brazo. Te pido tu opinión: ¿soy el único que hace esas cosas? Atentamente: Julio Chentaidós.
Querido Julio, lo que te ocurre no solo es normal, sino también muy bueno y apasionante. Y si alguien no lo entiende ¡peor para él o ella! A mí me ha pasado muchas veces encontrarme con gente que pone cara rara cuando hablo de números, y luego convertirse en auténticos aficionados en cuanto prueban y le cogen el gustillo.
Y hablando de números, aunque no sería yo quien me tatuara con mi propia tinta un ocho (por eso de que soy octópodo y porque es el primer cubo perfecto después del uno) te diré que se te han adelantado en eso de exhibir un número sobre el cuerpo. Hay una mariposa, de nombre científico Diaethria anna, que puede encontrarse desde México hasta Costa Rica a la que también deben entusiasmar las mates, porque muestra en sus alas un flamante "88" ¡Caprichos de la evolución! Pero es que aún hay más, porque una mutación de este numérico lepidóptero hace que parte de los individuos ¡tengan un "89" en las alas! Me pregunto si andando el tiempo algunas de ellas no darán el siguiente paso lógico y exhibirán un "90"...
Por si acaso no te crees lo que te digo, aquí van un par de fotos, y eres libre de investigar por tu cuenta. La Naturaleza está llena de cosas realmente curiosas...
Así que ya ves, si algo te gusta de verdad, no te preocupes de lo que piensen los demás y disfrútalo. A lo mejor hasta consigues que otros lo prueben también y se unan a tu pasión ¡sobre todo cuando les hables de mariposas matemáticas!
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