Hubo un tiempo en el que se miraba a los animales como máquinas más o menos simples o más o menos complicadas, que se limitaban a responder mecánicamente a los estímulos del ambiente. Si el animal tenía hambre, hacía una cosa; si tenía miedo, hacía otra; si veía algo de color rojo, actuaba de una tercera manera. Por fortuna, etólogos como el primatólogo Frans de Waal contribuyen a que esa percepción desaparezca tanto entre la comunidad científica como entre el público general.
Como nos demuestra en su libro, no solo hay mucha más variedad de comportamientos, sino que fenómenos que se consideraban exclusivos del hombre como la autoconciencia, la capacidad de planificar o mentir, las facultades matemáticas, etc. pueden encontrarse en animales tan insospechados como los orangutanes, los cuervos o los pulpos. Además, nos invita a una interesante reflexión filosófica: ¿no será que estamos haciendo definiciones muy sesgadas de "inteligencia" para salir bien parados como parte interesada? ¿Y si hay otros tipos de inteligencia en los cuales no destacamos tanto? ¿Tenemos suficiente inteligencia para entender la inteligencia de los animales?
Un libro de amena lectura e interesantísimas revelaciones que te cambiará el modo en que ves a los animales y a ti mismo. ¡No te lo puedes perder!
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