Con la llegada de la época
estival es frecuente realizar actividades de ocio al aire libre que están
relacionadas con el conocimiento de la Naturaleza y también con la Educación
Ambiental. Durante el resto del año también es posible continuar con esta encomiable labor, aunque el periodo no lectivo da más margen a realizar estas actividades que durante el curso académico escolar. Involucrar al público destinatario del mensaje de protección del
entorno es fundamental en cualquier contexto, si se pretende concienciar e
infundir el mayor respeto posible por el Medio Ambiente.
La premisa de partida es la
valoración integral desde el conocimiento positivo y el emplazamiento real
mediante el reconocimiento de los lugares por donde discurren las actividades
que se realizan. Esa valoración parte de la implicación, de la transmisión de
principios de actuación y, cómo no, de empaparse de sensaciones, de dar
importancia a la riqueza y la biodiversidad naturales quedándose con la
relevancia de cada ser vivo que puebla un determinado enclave natural.
Tanto en el aula como en pleno
campo se pueden esbozar de manera sutil y con un lenguaje bien trazado las
consignas más apropiadas. Hacer que el grupo aprenda de forma práctica otros
conceptos también es necesario. Se trata de ser Educadores en todo momento, con
afinidad por el aprendizaje en la Naturaleza, pero sin perder de vista el papel
de enseñar aquello que permite que los chavales puedan desarrollarse como
personas con ciertas garantías.
Muchas veces el contacto con los
educadores se produce de forma casual, con lo cual resulta más complicado que
haya un conocimiento de los participantes que acuden a las actividades de forma
más profunda. Esto implica que no siempre se cumplan con ellos los objetivos
previstos, ya que el tiempo de permanencia es muy breve.
Ahora vamos a adelantar algunos
puntos importantes que hay que abordar para elaborar varias propuestas
educativas, ya sea en el aula o en el exterior, y que vienen muy bien para
introducir a los chavales en el mundo del conocimiento del medio y de sí mismos:
- Individualización y
socialización. Se pueden alternar propuestas de carácter individual con
otras de carácter grupal para trabajar en equipo. Esto facilita el desarrollo
de estos dos principios que deben entenderse como complementarios. En este
sentido las actividades de Educación Ambiental deben ir encaminadas a ser diseñadas con momentos para la observación de la Naturaleza todo el grupo reunido y en otros para que cada chaval pueda ejercer su propia faceta descubridora. Los juegos también son válidos para cumplir ambos objetivos: aprender de forma individual y colectiva.
- Partir del nivel de desarrollo. Cada participante en las actividades de EA puede tener un diferente nivel cognitivo o de desarrollo psicomotriz o incluso alguna discapacidad. En función de estas premisas y del conocimiento previo de cómo es el grupo, se tendrán que diseñar unas u otras actividades de Educación Ambiental. Para chavales en silla de ruedas, por poner un ejemplo, se deberían de hacer las pertinentes adaptaciones para que puedan salir al campo y conocer a fondo la Naturaleza. Igualmente, para hacer entender ciertos conceptos a algunos de estos chavales, se deberán hacer las adaptaciones que convenga. En caso de algún participante invidente, por ejemplo, se le puede proporcionar material con diferentes texturas para que sea el sentido del tacto el que le guíe a ese descubrimiento de la Naturaleza. Hay otros muchos casos particulares que pueden contribuir a llevar a cabo ciertas pautas flexibilizadas en función de cómo de capaz sea el grupo de asimilar la información.
- Impulsar el aprendizaje autónomo. Para que sean capaces de desenvolverse por sí mismos en el medio que les rodea. Esto significa que puedan valerse y distinguir qué cosas podrían ser peligrosas en el campo si las tocan o interactuasen con ellas, por poner un ejemplo. De igual forma el aprendizaje autónomo conlleva despertar el interés del alumnado por aprender con iniciativa propia y sin depender de los demás.
- Organizar de forma flexible espacios, tiempo y materiales. Para que todos los chavales puedan disponer de la mejor distribución de todas estas cosas en función de su disponibilidad. Así mientras algunos de ellos se dedican por ejemplo a mirar con un microscopio o telescopio, otros pueden dibujar la luna o algún insecto que hayan observado previamente a través de estos dos aparatos, de tal forma que no se colapsan las actividades si hay muchos niños/as haciendo lo mismo. El número de participantes también es importante para la organización así como para que haya más o menos educadores acompañando al grupo.
- Utilizar un método de aprendizaje por descubrimiento. La mejor manera de conocer la Naturaleza es motivar a los participantes para querer conocerla a través del aprendizaje con iniciativa descubridora. Que los niños toquen el agua, sientan el aroma de las flores, vean cómo es un ciervo con prismáticos, etc. hay muchas formas de aprender que no solamente cuentan con el apoyo de los libros de texto.
Una cosa muy recomendable es que los Educadores den ejemplo
de cariño y respeto por la Naturaleza y el Medio Ambiente en general.
Y aquí tres profes juntos
en un fuerte abrazo a un tejo milenario
In Memoriam
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