Desde este nuevo blog podréis conocer muchas cosas relacionadas con el Medio Ambiente: cómo caminar por la montaña, rutas de senderismo, curiosidades de flora y fauna, experiencias y anécdotas vividas... y un sinfín de ideas útiles que nos brinda cada día nuestra Naturaleza.

lunes, 27 de octubre de 2014

Ornitología para niños

La Ornitología es la ciencia que estudia las aves. Este estudio puede ser interpretado de muchas maneras, y una de ellas se centra en aproximar las aves a las personas, ya que la ciencia hoy en día tiene también un carácter divulgador y pretende ser cercana a la gente, puesto que todos y todas de alguna manera podemos contribuir en estos estudios. Cuando se trata de involucrar al público general en la Ornitología, los niños son un grupo bien dispuesto y que suele colaborar de manera muy amena en esta disciplina. Responden bastante bien y muestran una actitud dinámica y con una visión diferente a la de los adultos.

 
Nosotros hemos trabajado con numerosos grupos escolares y de chavales en este sentido: mostrándoles con entusiasmo las aves de su entorno más cercano. Vosotros, sin ser Educadores Ambientales necesariamente, también podéis hacer de vuestros hijos/as unos niños/as interesados por este tema. Es muy fácil inculcarles el cariño por el Medio Ambiente a través del conocimiento de las aves: si muestran interés por ellas luego querrán saber muchas más cosas de la Naturaleza. Las aves son unos animales muy fáciles de ver, ya que están por todas partes, a diferencia de otros grupos de animales que no son tan conspicuos. Ir de excursión con los chavales y ver aves es un pasatiempo de lo más provechoso. Para que esta actividad de salir al campo y aprender sobre aves con niños se os haga un poco más llevadera, os damos a continuación unos consejos para que pongáis en práctica con ellos.









Lo primero que se puede hacer con chavales que quieren aprender Ornitología es empezar de menos a más. Que conozcan antes las especies más comunes y habituales de ver (gorriones, palomas, urracas o petirrojos) para ir cogiéndole el gusto a eso de mirar con los prismáticos. En cuanto sepan identificarlas y ponerles nombre estarán más sueltos y tendrán ganas de seguir aprendiendo otras que no son tan visibles. Nunca les debemos abrumar con demasiados nombres al principio: el conocimiento debe ir marcado por el ritmo más adecuado de aprendizaje y que sea siempre, en el caso de los niños, de forma lúdica y distendida. No es bueno obligarlos a memorizar una lista eterna de nombres científicos muy difíciles para ellos, a menos que sean ellos los que lo demanden, porque en este sentido hemos conocido chavales que con escasos años tenían un más que excelente nivel y controlaban mucho sobre este tema.
 
 
Lo segundo que se puede hacer con ellos es ponerles un objetivo diario asequible que tendrán que cumplir cada vez que salgan al campo. Por ejemplo, si vamos a hacer una ruta por las orillas del Manzanares un objetivo facilito es identificar azulones, o si vamos a Valsaín que logren ver un trepador azul. Cada vez que lo consigan los motivará más. Y si encima por haberlo logrado les vamos dando puntos que luego puedan canjear por alguna cosilla sin importancia que les guste, seguro que nos piden ir al campo un montón de veces.
 
 
Después es aconsejable, una vez que estamos en pleno campo, sin molestar mucho a otras personas ni a los animales que pueda haber por la zona, ir haciendo algunos juegos y dinámicas relacionados con las aves. A lo largo de este blog podréis encontrar varias entradas que hemos dedicado a desarrollar y explicar algunas actividades sobre esto. Si es un grupo numeroso de chavales, alternar durante la ruta los momentos de pura observación y de mayor concentración para detectar la presencia de algún pájaro con otros momentos de mayor distracción, les vendrá muy bien para aprender no solo desde lo teórico. Está demostrado que los juegos son un buen mecanismo de aprendizaje en los niños y muchas veces no se dan cuenta de que a la par que se divierten se les quedan un montón de cosas. Este tipo de aprendizaje más sutil viene muy bien no solo en el caso de que quieran saber más sobre Ornitología, en cualquier otro tema también está confirmada su efectividad.
 
 
Otra muy buena idea es que dibujen sus propios esquemas de lo que han visto. Así recordarán mejor cómo era cada ave. Incluso puede ser de gran ayuda que vayan tomando nota en su propio cuaderno de campo de las aves observadas y también oídas.
 
 
Los trabajos manuales y artísticos siempre pueden servir no solo para inculcar la faceta artística de los niños sino que también puede sernos muy útiles para que se acerquen a la Ornitología de manera más poética y sentimental. No se trata de que exclusivamente lleguen a memorizar nombres, sino que también es necesario que interioricen el mensaje de respetar y cuidar de las aves. Las obras de arte dan ese toque lírico y bonito a este propósito. Y los trabajos que suelen crear los niños son más que preciosos y graciosos, ¿a quién no le ha llegado a conmover el dibujo de un peque? ¿Quién no ha puesto en su nevera alguna vez el dibujo que le ha hecho su hijo en el cole?. Les podemos enseñar además que hagan cosas para ayudar a las aves, como comederos para que tengan alimento en la época de más frío o cajas nido para que críen a sus polluelos. Si los construyen con sus propias manitas darán mucho más valor a lo que han hecho y se interesarán aún más por cómo les va a los pájaros a los que han echado una mano para que puedan sobrevivir.
 
 
En definitiva, hay muchas herramientas disponibles para acercar a los niños a la Ornitología en particular y a la Naturaleza en general. Solamente hay que tener ganas de pasarlo bien con los peques mientras les enseñamos lo bonito y maravilloso que es el mundo de las aves y que ellos/as tomarán el relevo de velar por su cuidado no tardando mucho.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 




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