La Naturaleza nos depara siempre sorpresas, incluso cuando nos encontramos dando un simple paseo por una zona de ribera. Cierto es que, debido a la hora del día, al calor y a que el sitio estaba lleno de domingueros, aves e insectos, lo que se dice, no había muchos. Pero hete aquí que nos llama la atención una manchita roja en una de las hojas de un majuelo, y al acercarnos a mirar, nos encontramos con esto:
¿Qué narices es ESO? ¿Huevos de algún bicho raro? ¿Alguna agalla? ¿Un extraño alienígena reproduciéndose sobre nuestros árboles para conquistar la Tierra? Una vez que encontramos uno, nos empezamos a dar cuenta de que hay más en otras hojas y otros árboles cercanos ¡Qué miedo! Como podéis suponer, sacamos la foto deseosos de ponernos a investigar en cuanto llegáramos a casa, y así poder contaros el hallazgo.
Íbamos con la idea de que se trataba de una agalla. Para los que no sepáis qué son, os invitamos a echar un vistazo en esta entrada. Sin embargo, cuál sería nuestra sorpresa al descubrir y comprobar por varias fuentes que no, que no es una agalla, sino UN HONGO. Concretamente, Gymnosporangium sabinae, un basidiomiceto que también ataca a sabinas y enebros. ¿Quién iba a decir que esa cosa naranja con apéndices marrones iba a estar emparentada con nuestras queridas setas? ¡Sorpresas te da la vida!
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