Un divertido juego para hacer con chavales es provocar la lluvia. En muchos campamentos que coordinábamos lo pusimos en práctica y les encantaba. Os contamos cómo se hace:
Cuantos más niños sean mejor, porque el sonido será más efectista. Primero hay que chasquear los dedos de nuestras manos, creando el sonido de chispear. A continuación daremos palmadas de forma no sincronizada para que parezca que llueve más. Por último, con nuestras palmas de las manos golpeando contra nuestros muslos haremos el sonido de diluviar. Si además queréis hacer el sonido de los truenos, algunos niños del grupo pueden saltar contra el suelo. Os dejamos con un audio en el que Dani y yo lo probamos. ¡Esperamos que os guste!
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