La agenda de nuestro viaje a través de Marruecos está bastante apretada, así que tocan diana bien prontito para aprovechar el día. Nosotros preferimos levantarnos antes aún para que nos dé tiempo a dar un corto paseo después de desayunar por las calles de Assilah. Así que, después de comer pan tostado, bollitos del lugar, torta de huevo, zumo de naranja y por supuesto té, subimos por el paseo marítimo hasta llegar a la medina o parte antigua de la ciudad.
La medina de Assilah es un lugar auténticamente encantador. Está rodeada por las murallas portuguesas, construidas a finales del siglo XV, y las cruzamos por la puerta de Bab al-Bahr. Con sus calles estrellas y de trazado laberíntico y sus casas pintadas de blanco y azul evoca ambientes de cuento. Los escasos paseantes nos dan la bienvenida y nos ofrecen un buen desayuno y alojamiento, recomendándonos visitar el mercado cercano. Lamentablemente, no tenemos tiempo para ver todo lo que nos gustaría, y a las nueve de la mañana nos ponemos en marcha, para pasar nuestro primer día completo en Marruecos.
Bajamos por Larache, Kenitra y Rabat, que volveremos a cruzar en nuestro camino de regreso. Para pasar el rato en la carretera, con nuestros compañeros de coche Lucio y Paloma nos entretenemos leyendo la guía en voz alta, datos sobre las ciudades que vamos atravesando, historia del país y curiosidades de su cultura y costumbres.
Hacemos una breve parada para estirar las piernas y ver una sebkha inundada, una depresión que periódicamente se llena de agua endorreica (la que proviene de la subida del nivel freático). Es en estos parajes donde al evaporarse el agua se forman cristales de rocas evaporíticas, como las que en otras latitudes dan lugar a las famosas rosas del desierto.
Carretera y más carretera camino a la meseta de los fosfatos, una de las principales fuentes de riqueza del país, que goza del monopolio mundial de esta sustancia tan útil para los abonos, entre otras aplicaciones. Hacemos una parada, que hoy nos toca comer en el campo: ensaladilla rusa, embutidos y pastas, puestos por nuestros organizadores Pablo y Nico. Más tarde, en la meseta de fosfatos (también llamada plateau), visitamos un yacimiento de dientes de tiburón, vértebras y paladares de raya, vestigios del mar que en el mioceno cubría esas áridas tierras.
Acabamos la tarde visitando una tienda de fósiles, donde pudimos experimentar nuestro primer regateo, y donde nos ofrecen hospitalariamente nuestro primer té marroquí, cargado de menta. Mientras esperamos a que el resto del grupo haga sus compras, unos chavales del lugar nos saludan y se ríen un rato con nosotros ¡qué pena no conocer un poco de francés para poder hablar con ellos!
El sol se pone, y en país y carreteras extrañas, no es extraño que una caravana de once coches se extravíe un poco por carreteras secundarias. Pero al final llegamos al hotel Angle Atlas, donde la cena de harira y tajine de cordero se ameniza con música y danza del lugar. Cansados, nos vamos a las habitaciones y caemos rendidos en la cama.
Os dejamos con algunas fotos de esta jornada, solamente son una pequeña selección de todo lo que dio de sí el día. Para verlas en grande, pulsad sobre ellas.
Donde terminamos ayer...
En nuestro paseo por Assilah |
Por las calles de Assilah |
... un sitio lleno de encanto...
Rincones mágicos en Assilah |
... frente a las murallas...
Por la puerta grande |
... y entre sus calles...
Recuerdos de Andalucía |
Un gatito al sol en Assilah |
... y algunos turistas...
Almu en Assilah |
... que se pierden por sus rincones...
Todo de azul y blanco |
... y se quedan asombrados...
Muy bonita la medina de Assilah |
... y se detienen por todas partes...
Una parada técnica |
Una puerta de arco ojival |
... ya decimos adiós a Assilah...
Mujeres por el paseo marítimo |
... y nos vamos al campo...
Durante la comida |
... a disfrutar de las maravillas geológicas...
Algunos dientes de tiburón |
... llenos de curiosidad...
Placas dérmicas de cocodrilo |
Reunidos en torno a la Geología |
Calor y buen tiempo en el campo |
... a cosas interesantes...
Laguna endorreica o sebkha |
Mucha agua en la laguna |
... ante miradas naturales...
Una oveja marroquí |
... que invaden el ambiente...
Un toque campestre |
Un florido árbol |
Dos bonitas campanillas |
Otra especie más |
... pues en Marruecos...
Y otra flor más |
... la vida pasa tranquilamente...
Nos ofrecen un té |
... y hay mucho que conocer...
En árabe |
... todo está lleno de fósiles...
Mucha cantidad de dientes de tiburón |
De mosasaurios |
... y a manos llenas...
Para comprar fósiles |
... nos sirven un té con pastas...
Dani a punto de brindar con té |
Gran variedad |
... y nos entra un hambre...
Una rica cena a base de tajine |
Danza árabe para amenizar la cena |
... y ya terminada la segunda jornada,
pronto seguiremos con la crónica...
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