Material necesario:
* Bolas antipolilla de naftalina
* Bicarbonato sódico
* Vinagre
* Un vaso grande
* Una cuchara pequeña
Con las bolas blancas de naftalina que se utilizan para proteger la ropa de naftalina puedes hacer un curioso experimento.
Llena un vaso de agua y añade dos cucharaditas de bicarbonato y otras dos de vinagre. Remueve bien, y una vez disuelto el bicarbonato, echa en el vaso tres o cuatro bolas de naftalina. Al cabo de un par de horas, las bolas que estaban quietas en el fondo del vaso empiezan a subir a la superficie y a bajar de nuevo al fondo. Y así comienzan un baile que durará mucho tiempo.
Este fenómeno se produce porque la mezcla del bicarbonato y el vinagre forma anhídrido carbónico. Las burbujas de este gas se adhieren a las paredes del vaso y a las bolitas e impulsan a éstas hacia la superficie.
Al llegar a la superficie, algunas burbujas estallan y la naftalina, al ser más densa que el agua, vuelve a bajar al fondo donde esperará un nuevo impulso de las burbujas para subir. Las bolas subirán y bajarán hasta que deje de producirse anhídrido carbónico.
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