Hola de nuevo, ya hemos vuelto de nuestra escapada fugaz. Antes de contaros a dónde hemos ido y lo que hemos visto, os enseñamos a hacer otra de nuestras manualidades. Y esta vez toca...
UN ESPEJO LLENO DE PÁJAROS
Cuando tenía como unos doce añitos, en mi cole, en la clase de pretecnología nos mandaron hacer un grabado para decorar un espejo a nuestro gusto. Como a mí me gusta mucho la naturaleza elegí el dibujo que veis en la foto.
En este caso los chavales que tengan más o menos esa edad lo pueden hacer solos, teniendo cuidado con el punzón y los bordes cortantes del espejo. Para niños más pequeños no es aconsejable.
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Si os animáis es muy fácil, solamente hay que disponer de las siguientes cosas:
* Un espejo que se pueda rayar.
* Un lápiz.
* Un punzón.
* Un poco de pintura para cristal.
* Papel albal.
* ¡Y mucha paciencia!
Lo primero que haremos será marcar el dibujo que queramos sobre la superficie a rayar de detrás del espejo. A mí me gustan mucho los pájaros, por eso dibujé estos que veis en la imagen. No se trata de ninguna especie en particular, son solo dos pájaros que me imaginé.
Después cogemos el punzón y vamos rayando el espejo. Los trazos que dibujen las líneas tienen que ser uniformes y estar bien marcados.
Cuando ya tengamos todo el dibujo completo (esto nos llevará varias sesiones) lo pintamos con laca de bombilla. Este tipo de pintura sirve para pintar vidrio y dará un efecto luminoso a la obra. Para resaltar aún más ese resplandor, ponemos unos trocitos de papel albal sobre lo que hemos pintado.
Lo único que nos queda ya es ponerle un marco y colgarlo. Este espejo lleva conmigo todos estos años decorando la pared de mi habitación. Siempre que lo veo se me llena la mirada de pajaritos...
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